Si nunca has estudiado nada de inglés, puede que te dé un poco de miedo empezar. Al fin y al cabo, habrás escuchado mil veces eso de que el inglés es difícil, que se tarda años en perfeccionar, que hay que dedicarle muchísimo tiempo… Pero no dejes que esto te intimide, todos comenzamos alguna vez. Si encuentras un ritmo que te funcione y lo sigues, conseguirás tus objetivos sin problema. Aquí tienes algunos consejos de inglés para principiantes.
Inglés para principiantes: ¿Cómo comenzar?
Si ya te has decidido a iniciar tu aprendizaje, te recomendamos que busques tutorías adaptadas a tu nivel que te ayuden a progresar a un ritmo cómodo pero constante. Por supuesto, no te limites a las tutorías, hay muchísimas cosas que puedes hacer para integrar el inglés en tu día a día y mejorar más rápido.
Los programas de inglés son una idea excelente, también tienen inglés para principiantes. El componente social de estudiar en grupo te animará y te ayudará a ver tus progresos. Es muy importante que el enfoque de tus tutorías sea práctico y te permita utilizar el inglés de verdad.
Mucha gente pospone empezar sus tutorías de inglés porque piensa que nunca va a poder llegar al nivel que quiere. Si es tu caso, recuerda que en el inglés para principiantes tienes una ventaja con respecto al resto de idiomas: casi nunca empiezas desde cero de verdad.
Hablar inglés es un poco como tocar la guitarra: aunque no sepas mucho, si te aprendes unos cuantos trucos, puede sonar genial. Perfeccionar ya es otra historia, pero puedes llegar a un nivel de comunicación aceptable con unos pocos meses de práctica.
Curva de aprendizaje del inglés para principiantes
La curva de aprendizaje del inglés es muy satisfactoria en niveles bajos: gracias a la sencillez de su gramática, con poco que aprendas puedes desenvolverte sin problemas en situaciones cotidianas. De acuerdo, los verbos irregulares y los phrasal verbs son difíciles, pero no necesitas aprendértelos todos desde el minuto uno. No te compliques la vida intentando traducir lo que quieres expresas en español, utiliza las estructuras básicas del inglés que conozcas para formas mensajes sencillos y asequibles a tu nivel. Ya verás cómo eres capaz de hacerte entender sin usar el español para nada.
Consejos para comenzar en el inglés
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Comienza con lo esencial
Para que te hagas una idea de lo fácil que puede ser desarrollar las herramientas necesarias para desenvolverte, aquí tienes una lista de los elementos básicos del inglés que te permitirán, por ejemplo, comunicarte en una visita a un país en el que solo se hable inglés:
– Saludos y palabras de cortesía: please, thank you, sorry y demás palabras para interacciones breves. Son muy fáciles de aprender y te permitirán ser agradable con la gente que te rodea.
– Tus gustos o necesidades: I am allergic to…, I don’t like…, I need…, y otras palabras para asegurarte de que puedes suplir tus necesidades. Apréndete el vocabulario específico para las tuyas y verás que no son tantas.
– Pedir y preguntar: por si te pierdes, por si necesitas pedir comida, comprar algo o pedir información, apréndete la estructura de las preguntas y las llamadas «5W»: what, when, where, who y why.
– Presentarte: hablar de ti, de tu trabajo, de tus aficiones y de tu día a día no es para nada difícil. Solo necesitas algo de vocabulario sencillo y el presente simple para hacer una presentación breve y conocer a otra gente.
– Tiempos verbales: seguramente ya sepas que el inglés tiene menos tiempos verbales que el castellano, pero que aun así hay algunos bastante complejos. La buena noticia es que, hasta que no avances un poco en tu aprendizaje, no necesitas aprendértelos todos. Con conocer el presente, pasado y futuro simples, te puedes comunicar. Ya le añadirás complejidad y matices a medida que avances.
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Habla desde el principio
Una de las cosas que más intimida a quienes empiezan a estudiar inglés es la idea de dar clase con un tutor que solo les vaya a hablar en inglés. Pero ¿sabías que exponerse al idioma lo máximo posible, aunque el principio resulte difícil, es la forma más rápida de aprender? Es más, la posibilidad de hablar e interactuar en el idioma es vital para el desarrollo. Por eso los métodos de estudio individual basados en la gramática son tan poco efectivos. Los idiomas están para comunicarse. Si no hay comunicación, no asimilamos los conocimientos igual porque no nos resultan útiles.
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Un poco de inglés al día
Otro de los secretos del aprendizaje es la constancia. Necesitarás dedicar un rato al inglés todos los días sin excepción. ¿Cómo se consigue esto? Encontrando formas de practicar que no requieran esfuerzo. Puede que una hora de estudio intenso al día sea mucho si tienes otras responsabilidades y acabas el día con demasiado cansancio como para hacerlo. ¿Qué te parece ver una serie? ¿O jugar a tu videojuego favorito? Puedes hacer que esto también cuente como tu rato de práctica diaria.
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Mantén la motivación
Empezar con buen pie es importante, pero el inglés no se aprende en unas semanas, y si de verdad quieres alcanzar un buen nivel para comunicarte, tendrás que dedicarle tiempo. Para esto, tendrás que asegurarte de que no te desmotivas y abandonas a medio camino. Con un método adaptado a tu nivel y a tus necesidades, de horarios flexibles y con todas las facilidades, la motivación viene sola. Solo tendrás que encargarte de disfrutar de tu aprendizaje y emocionarte con tus progresos.
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Adquiere conocimientos de fonética
Aprender fonética es una inversión de tiempo muy interesante. Conocer los símbolos fonéticos te permitirá leer las palabras fonéticamente en un diccionario y te ahorrará muchos quebraderos de cabeza. Puede que tardes unas horas en saber identificarlos todos, pero merecerá la pena. Hay varias guías que puedes consultar online, como la de la BBC. Si además cuentas con un buen diccionario, podrás consultar todas las palabras que quieras con su pronunciación sin necesidad de preguntárselo a tu tutor o consultarlo vía audio.
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